La cafeína actúa como antiinflamatorio natural

La cafeína actúa como antiinflamatorio natural

computerhoy.com

Ahora que la medicina alternativa o natural está de moda, nunca está de más descubrir beneficios de sustancias como la cafeína. Ésta, presente en altas cantidades en bebidas como el té o el café, podría tener un efecto secundario tremendamente útil: sustituir a medicamentos como el ibuprofeno, gracias a su efecto antiinflamatorio.

Esta propiedad de la cafeína la ha descubierto un grupo de investigadores que, por el momento, trata de mantener la prudencia. Muchos estudios han demostrado que el café tiene beneficios e inconvenientes, y que incluso provoca cáncer. Sin embargo, no todo son malas noticias.

La clave del papel de la cafeína como antiinflamatorio es la adenosina. Cuando tomas una bebida para mantenerte despierto, lo haces porque ésta bloquea la recepción de adenosina, aunque no lo sepas. Así, reduces la sensación de cansancio y fatiga.

Ahora, lo que este estudio científico ha descubierto, es que la adenosina estimula la producción de inflamasoma, uno de los complejos que está detrás de los procesos de inflamación. Al lograr bloquearla, consigue de rebote actuar como antiinflamatorio natural, aunque no en todas las personas.

El estudio ha utilizado principalmente una muestra de personas mayores, encontrando evidencia científica suficiente para respaldar tan atrevida afirmación. “Lo que hemos demostrado es que existe una correlación entre el consumo de cafeína y la longevidad. Y hemos demostrado rigurosamente, en test de laboratorio, un mecanismo que plausiblemente provoca esto” ha declarado Mark Davis, profesor en la Universidad de Stanford y autor de la investigación.

Este descubrimiento no significa que el potencial antiinflamatorio del café y el té pueda sustituir por completo a un medicamento. Sólo habla de los beneficios a largo plazo de la cafeína; a muy largo plazo, de hecho. Por desgracia, seguirá siendo necesario recurrir a la medicina convencional, aunque se ha demostrado que los antiinflamatorios producidos en laboratorio tienen efectos devastadores para la mucosa del estómago.