- Los cinco pilares de un sistema inmunitario fuerte.
- Test para descubrir si tu hijo tiene un sistema inmunitario débil.
¿No tienes la sensación de estar en un rueda sin fin? Acabas de llevar de nuevo al niño al colegio o a la guardería tras un resfriado potente y al día siguiente empieza de nuevo a gotearle la nariz. Hay muchos padres que tienen la sensación de que sus hijos van durante el otoño y el invierno de resfriado en resfriado cómo si se tratara del juego de la oca. Y en cierta manera tienen razón, los niños están más veces enfermos que los adultos. Su sistema inmunitario todavía debe aprender a actuar frente a los agresores externos. Sin embargo, hay maneras de fortalecer este sistema inmunitario en evolución y favorecerlo con suaves remedios naturales.
Las infecciones frecuentes de las vías respiratorias son normales en los niños, especialmente en los más pequeños. Todos hemos visto en las guarderías a los niños corriendo con los perpetuos mocos colgando. Los pediatras aseguran que es normal sufrir de 8 a 12 resfriados por año durante el periodo de guardería. Pero, tanto para los padres como para los niños, las frecuentes infecciones son desagradables y estresantes, aunque no sean motivo de preocupación. Son una ocupación obligatoria del sistema inmunitario que se entrena con distintos gérmenes. Sin embargo, tampoco hay que permanecer pasivo frente a cada uno de los resfriados del niño. Hay medidas simples que estimulan el sistema inmunitario.
Los cinco pilares de un sistema inmunitario fuerte:
“¿Te has abrigado lo suficiente? Te vas a resfriar…" Es una frase que pasa de generación en generación, pero hoy se sabe que los niños que crecen con cuidados exagerados tienen una mayor propensión a las enfermedades. Un poco de curtimiento y una alimentación sana hacen que el niño enferme con menos frecuencia, ya que moviliza las propias defensas. Esto significa:
1- Alimenta a tu hijo de manera sana y variada
El sistema inmunitario necesita suficientes vitaminas, minerales y otros elementos beneficiosos. Una flora intestinal sana sólo se puede desarrollar si se toma una alimentación correcta. Apuesta por las comidas caseras con la mayor cantidad posible de ingredientes vegetales, con abundantes verduras y frutas frescas, si es posible ecológicas.
2- Procura que se mueva
Los niños precisan de mucho movimiento. Cuando corren, escalan y se tiran por el suelo, no sólo eliminan el estrés y una buena dosis de la enorme energía que tienen, sino que además se divierten mucho. El movimiento activa los centros del estrés del cerebro y gracias a ello también estimula el sistema inmunitario.
3- Procura que el niño tenga suficiente contacto con el aire libre
El frío y el viento ayudan a curtir y estimulan los pulmones. No es necesario abrigar al niño hasta el punto de que sude.
4- Vigila que el niño duerma las suficientes horas
Un buen sueño es muy importante. Las hormonas que se liberan durante la noche se ocupan de regenerar los tejidos y fortalecer el sistema inmunitario. Los niños pequeños necesitan entre 10 y 12 horas de sueño. Los más mayorcitos deberían dormir entre 8 y 10 horas.
5- Intenta que el día a día siga un curso tranquilo
Algunos niños sufren en la actualidad de un estrés continuado. Hay estrés en el colegio, al hacer los deberes en casa, en las actividades extraescolares y en el deporte. Las hormonas del estrés debilitan el sistema inmunitario y aumentan el riesgo de sufrir una enfermedad. Es mejor que el niño deje de hacer una actividad que provocarle su cansancio y ansiedad.
Debilidad inmunitaria: cuando el sistema inmunitario está de capa caída
Cada vez hay más niños que sufren de infecciones muy fuertes como bronquitis, otitis y neumonías más de una vez al año y deben ser tratados con antibióticos o incluso ser hospitalizados. En estos casos los médicos hablan de debilidad inmunitaria.
Causas para una debilidad inmunitaria:
• Administración muy temprana de antibióticos, estrés, sobrecarga psíquica, depresión, alimentación no equilibrada, déficit de vitaminas o de hierro, poco movimiento, heridas, operaciones, tabaquismo pasivo, déficit de sueño, enfermedades crónicas como la diabetes...
El déficit inmunitario es serio. Con el siguiente test puedes averiguar si tu hijo lo sufre.
Test
- ¿Está enfermo más de 10-12 veces al año en niños de guardería o 5-6 veces por año en niños de edad escolar?
- ¿Necesita más de 4-5 días para recuperarse de un resfriado?
- ¿Sufre otitis de repetición más de 7 veces por año?
- ¿Tiene sinusitis/anginas/neumonías más de 2 veces/año?
- ¿Toma antibióticos más de 2 veces/años?
- ¿Sufre frecuentemente de hongos en la boca o en la zona del pañal?
- ¿Tiene tendencia a las aftas orales o al herpes?
Valoración:
Si has respondido sí a más de una pregunta es posible que tu hijo tenga debilidad inmunitaria. Llévalo a un médico naturista para que descarte enfermedades ocultas y te ofrezca un plan para resolver el problema.
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